El primer trimestre del embarazo es tiempo de
grandes cambios físicos y emocionales para las mujeres. Todo, desde el tamaño
de su vientre, hasta la velocidad a la que late su corazón, cambiará durante
los nueve meses previos al parto. Estos cambios se darán como resultado de las
fluctuaciones hormonales y por el esfuerzo físico que supone llevar un peso
corporal adicional. No seas demasiado crítica contigo misma e intenta vestir
cómoda pero también sentirte guapa. Procura mantener una alimentación adecuada,
descansar todo lo que te sea posible, activar las relaciones sociales y pensar
que lo que te está ocurriendo es sólo motivo de ilusión y entusiasmo. Comparte
con tu pareja todas estas nuevas sensaciones y emociones que estás sintiendo porque
es la mejor manera que él también pueda ayudarte en este proceso. Vuestra
relación también va a verse inmersa en un sinfín de nuevas experiencias que
juntos vais a poder asimilar mucho mejor
y vais a entender cómo sobrellevarlas para que consoliden aún más, si cabe, el
entusiasmo por crear una nueva familia.
Durante los primeros meses del embarazo, es
normal que hasta las mujeres más seguras se sientan frágiles y experimenten
frecuentes cambios de humor que les lleven de la risa al llanto, de la euforia
a la calma y desde la alegría a la tristeza, con una ambivalencia
desconcertante. Será básico que aceptes estos cambios como lo que son, un
estado temporal que se estabilizará a medida que tu cuerpo y tu mente se
adapten a esta nueva situación.
Del mismo modo estos cambios emocionales fluctúan
modificando tu estado anímico, empezarán a manifestarse algunos cambios físicos
que también incidirán en tu intermitencia emocional. Cada mujer experimenta
estos cambios de una forma única y especial, por lo que establecer estándares puede
carecer de sentido. Aún así, debemos considerar algunos de los más frecuentes
para prepararnos y entenderlos dentro de la normalidad, una vez llegado el
momento.
El aumento del tamaño de los pechos es
indicador de que tu cuerpo se está empezando a preparar para la lactancia, ese suele ser uno de los primeros cambios en
manifestarse, acostúmbrate a unas pequeñas molestias, te van a acompañar en el
transcurso de tu aventura. También es frecuente padecer náuseas mañaneras o a
lo largo del día que deberás consultar con tu ginecólogo en caso de que no te
permitan realizar tus actividades cotidianas con normalidad. Es posible que se te
presenten unas “encantadoras” varices en distintas partes de tu cuerpo,
causadas por el peso del embarazo, relájate, aunque no son especialmente
atractivas, vais a tener que aprender a convivir durante este período pero desaparecerán
fácilmente poco después del parto. Muchas mujeres, manifiestan una cierta
dificultad para controlar la retención de fluidos, problema que puede resultar
embarazoso en ciertas circunstancias pero que con ayuda de determinados
ejercicios puedes llegar a superar. Te recomendamos que acudas a clases de
recuperación de suelo pélvico y gimnasia hipopresiva, estos ejercicios te
ayudarán antes y durante el parto, a la vez que te permitirán recuperar tu
forma física en menos tiempo y prevenir efectos posteriores de incontinencia,
entre otros. Si estás interesada en recibir más información sobre este y otros
asuntos no dudes en enviarnos tus comentarios, estaremos encantados de seguir
colaborando en que sientas y disfrutes de tu embarazo con la ayuda de nuestra
humilde aportación.
#escosadedos
By Ohma Barcelona
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