Si empiezas a notar que al futuro padre de tu
hijo le asechan náuseas por las mañanas, le empieza a crecer desmesuradamente
la barriga, rehúye los olores fuertes o incluso presenta una predisposición
mayor de la normal por algún alimento en concreto, no está bromeando ni te está
tomando el pelo. Prepárate, necesitará tu ayuda a bien seguro…
Algunos hombres empiezan a solidarizarse de
manera inconsciente con los síntomas que sus parejas están padeciendo, os
presentamos el síndrome Couvade. Proviene de la palabra francesa “couver” que
significa criar o incubar. Entre el 10% y el 65% de los futuros padres, padecen
síntomas del embarazo típicos de la mujer. Cambios de humor, antojos, cansancio,
tensión baja, vómitos, náuseas y dolores de todo tipo.
La nueva perspectiva de
paternidad no solo vendrá acompañada de cambios en la logística familiar, los
hombres más afectivos, cariñosos e implicados en el proceso, pueden llegar a
sentir y mimetizar los mismos efectos que padezca su pareja, síntomas que
pueden perdurar desde el primer trimestre de embarazo hasta el momento del
nacimiento del bebé.
Sea como sea, es imprescindible evitar esta
patología. La empatía, la comprensión y la implicación en el embarazo son
necesarias, pero una exageración mal entendida de estos conceptos, puede
desembocar en algo completamente contraproducente.
Ésta y otras experiencias que vais a
compartir en pareja os ayudarán a crecer como personas y consolidarán vuestra
relación de una forma absolutamente colosal. Entregaros del modo más emocional
y pleno, con toda vuestra alma en el más espiritual sentido de la palabra.
#escosadedos

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